Zidane se movía con la armonía de un solo ser con el balón. Con deslumbrante maestría y sofisticación técnica, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran de una perfección pasmosa, como https://elodieuvpw886668.isblog.net/el-choque-zidane-materazzi-que-hizo-historia-55597452