Zidane se movía con la gracilidad de un bailarín. Cada gesto suyo era pura maestría y clase suprema, él orquestaba el juego con pasión desbordante. Sus pases eran una obra de arte, como pinceladas magistrales en https://roryigua241035.dbblog.net/11682420/zidane-vs-materazzi-el-choque-más-polémico-del-fútbol